Se habla mucho de una Europa democrática, de países democráticos, de ciudades democráticas, de organizaciones democráticas e incluso de empresas democráticas. ¿Por qué no se habla entonces de un mundo democrático? Nosotros soñamos con un mundo democrático y trabajamos para construirlo.
Desde el partido Por Un Mundo Más Justo promovemos una Gobernanza Global Justa a través de la creación de instituciones internacionales democráticas que garanticen el efectivo cumplimiento de los derechos humanos en todo el mundo.
Defendemos la puesta en marcha de mecanismos de democracia real a todos los niveles: local, nacional, continental y mundial. Promovemos una ciudadanía global empoderada, activa y responsable. Una democracia a nivel global es sin duda el gran reto que el ideal democrático plantea para el siglo XXI.
Se hace imprescindible una amplia reforma de la arquitectura internacional, que cuenta ya con más de 70 años y que no solo está lejos de ser democrática sino que además está totalmente obsoleta. ¿Tiene algún sentido que el Consejo Permanente de Seguridad de la ONU siga formado por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial? ¿Cuánta gente queda en el mundo que haya luchado en esa guerra?
¿Tiene algún sentido que la institución encargada de la regulación financiera internacional (Fondo Monetario Internacional) esté gobernada por los países occidentales, de forma que el poder de cada país es simplemente proporcional a sus contribuciones, o lo que es lo mismo proporcional a su riqueza?
¿Tiene algún sentido que la principal institución global encargada de financiar proyectos de desarrollo en los países menos avanzados no solo esté gobernada por los países occidentales, sino que sea un banco (Banco Mundial)? Si el Banco Mundial estima que el gobierno del país que recibe la “ayuda” no tiene posibilidad de devolver el préstamo, la ayuda nunca se otorgará. Esto es un escándalo que lleva en pié más de 70 años.
Es preciso una reforma profunda de toda la arquitectura de Naciones Unidas y de las instituciones de Bretton Woods (BM, FMI, etc…) de manera que el poder esté distribuido de forma proporcional a la población de cada país y no vinculado a su riqueza o al hecho de haber ganado la última guerra mundial.
Defendemos la puesta en marcha de profundas reformas del sistema alimentario mundial que sigue siendo enormemente inestable, ambientalmente insostenible y causa de hambrunas recurrentes. Reformas que limiten el cultivo de agrocombustibles, impidan la especulación con alimentos y las subvenciones de las exportaciones.
Impulsamos la creación de una Agencia Global de Migraciones adscrita al sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con un mandato claro para promover la negociación y firma de un convenio Internacional sobre migraciones, con el objetivo final de ir eliminando los controles sobre el flujo de personas en las fronteras nacionales como ya sucedía en Europa con los 26 países del Espacio Schengen antes del cierre de fronteras durante la crisis de refugiados Sirios.
Fomentamos la creación de un Panel Internacional contra la Pobreza y la Desigualdad que permita a las organizaciones de la sociedad civil y al mundo académico sugerir y defender políticas globales para el cumplimiento y adecuado seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Apoyamos la creación de un Fondo Global para la defensa de las culturas nacionales. Una ciudadanía global que no defienda la diversidad de las culturas y lenguas nacionales, regionales y locales no merece la pena ser defendida. De la misma manera, se hace imprescindible apoyar a los estados nacionales en la puesta en marcha de procesos democráticos y participativos de gobernanza, respetando su carácter endógeno.
En las próximas elecciones europeas, el rol que debe jugar la Unión Europea en la democratización de las instituciones multilaterales será uno de los ejes fundamentales de nuestro programa.
Puedes ver en nuestro último Programa Electoral una batería más completa de propuestas en la sección de programas electorales.