2 de Abril. Día Mundial de Concienciación del Autismo

Según el National of Mental Health Institute, el Trastorno del Espectro Autista, o TEA, se define como “un grupo de trastornos del desarrollo que afectan a la comunicación y al comportamiento”. Por otro lado, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, o DSM-5, de la Asociación Americana de Psiquiatría, entre algunos de los síntomas que se ponen de manifiesto, son dificultades en la interacción y comunicación, intereses limitados y comportamientos repetitivos, así como dificultad para desarrollar actividades diversas en el área SOCIAL, laboral, en la escuela y en otras áreas de la vida. ESTE TRASTORNO SE DEFINE COMO ESPECTRO POR LA DIVERSIDAD EN LA AFECTACIÓN DE LAS DIFERENTES ÁREAS, PUDIENDO ENGLOBAR PERSONAS CON CARACTERISTICAS MUY DIFERENTES Y NIVELES DE AUTONOMÍA MUY DISTINTOS.

Por ello, el 18 de Diciembre de 2007, en la Resolución 62/139, durante la sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se llevó a cabo un reconocimiento respecto a mejorar la calidad de vida de las personas que tienen TEA, promoviendo su inclusión en los distintos sectores de la sociedad y evitando así un riesgo de exclusión y discriminación.

Durante el tiempo de la Pandemia Covid-19, se han agravado las desigualdades en diferentes ámbitos de las vidas de las personas, agudizando incluso la situación de las personas con autismo Y DE SUS FAMILIAS. Las prácticas de contratación y el área laboral han supuesto una mayor dificultad de acceso para ellas, y las situaciones de la educación escolar también han sufrido percances. De hecho, en un estudio realizado por la Confederación de Autismo de España y llevado a cabo entre las diversas comunidades autónomas se han obtenido datos de que al menos el 44% del alumnado con TEA había sido víctima de acoso escolar, comprometiendo su salud emocional, autoestima y rendimiento escolar. Por otra parte, según datos de Autismo Europa, es el colectivo que ha sufrido una mayor tasa de desempleo a nivel territorial, concretamente entre un 75 y 90%.

Por ello, es importante disponer y mejorar un sistema educativo individualizado, especializado y que garantice la igualdad de oportunidades en las distintas etapas de estudios, EN EL CUAL LAS DIFERENCIAS FUNCIONALES SEAN RECONOCIDAS COMO FUENTES DE RIQUEZA Y NO COMO UNA CARGA. También es esencial que desde los distintos órganos de Gobierno y las diferentes instituciones se realicen y mejoren programas de igualdad, con medidas integradoras y que se facilite su acceso al mercado laboral.

Grupo de trabajo de Cuidados M+J y Maddy Caravello, experta en autismo.

 

Bibliografía.