Con el respeto en la lengua
El acuerdo firmado en Gijón entre la candidata a la Alcaldía de Foro, Carmen Moriyón, y la candidata de Vox, Sara Álvarez Rouco, otorga a Vox la Concejalía de Festejos. Uno de sus principales objetivos es congelar las políticas de promoción lingüística. La formación de Abascal ha afirmado que no programarán en Gijón espectáculos de aquellos artistas que utilicen el asturiano en sus actuaciones.
La Constitución española, una de las más prolijas en materia cultural, establece ya en su preámbulo dos compromisos fundamentales: uno con la diversidad cultural, y otro con la necesidad de cultura como elemento esencial para una digna calidad de vida. En el artículo 3.3 se habla de la riqueza lingüística de España como patrimonio cultural de especial respeto y protección, y en el artículo 20 se garantiza la libertad de producción y creación artística y literaria.
En el Partido Por Un Mundo Más Justo defendemos que el cuidado y la difusión del patrimonio cultural español, en toda su maravillosa diversidad, debe ser uno de los principales objetivos de los gobiernos estatales, autonómicos y regionales. La promoción y el aprecio por las diferentes manifestaciones lingüísticas y culturales que existen en el país, tanto las derivadas de diversidades regionales históricas como las generadas por la gran multiculturalidad que disfrutamos gracias a la inmigración de las últimas décadas, debieran ser principios clave para la creación y protección de la vida cultural.
Del mismo modo, la Ley 1/1998 de Uso y Promoción de la Lengua Asturiana garantiza expresamente “el libre uso y la no discriminación de los ciudadanos por este motivo”. Nos preocupa el paso atrás que este tipo de declaraciones suponen en el ejercicio de la libertad de creación y de empleo de la lengua asturiana por parte de los artistas y ciudadanos del Principado.
En nuestro programa electoral para el 23J, proponemos dotar al Estado de una Ley de Cultura que blinde su relevancia social, desarrollando el derecho a la cultura, la creación y el cuidado del patrimonio. Regulando aspectos tan fundamentales como la participación de la ciudadanía, la libertad de creación, la diversidad, la financiación pública y privada o la competencia transversal de la cultura.
La cultura es un bien esencial para la convivencia, la identidad comunitaria, la libertad de pensamiento y los valores democráticos: hacer buena política no se queda solo en respetar la diversidad, sino también en fomentar la producción cultural en todas sus lenguas y expresiones. Creemos que este es el camino para hacer comunidad y conectar buena gente.
M+J Asturias