Contra el racismo eduquemos para una ciudadanía global.  

Recientemente ha salido en la prensa la noticia de que varios negocios regentados por latinos en la calle Jesús Soria de Ourense han recibido cartas con tono racista e incriminatorio, sirviéndose de expresiones como “volveos a la selva”, “sudacas” o “tenéis microcerebro”.

Por desgracia, este tipo de acciones tienen lugar a diario en nuestro país, siendo frecuente escuchar comentarios como éste en ámbitos deportivos, entornos de ocio e incluso en contextos laborales.

Según datos del Ministerio de Interior, cada año se dan 1300 agresiones de corte racista en España. La Unión Europea, por su parte, estima que sólo se denuncian el 10% de los casos. Además, preocupa la existencia de grupos racistas y xenófobos en todas las comunidades autónomas. Incluso desde la política hay quienes se dedican a enviar un mensaje de odio, señalando y criminalizando la inmigración. Mensajes y bulos que calan hondo y que, en lugar de fomentar la convivencia, lo único que consiguen es aumentar las tensiones.

Desde el partido Por Un Mundo Más Justo denunciamos públicamente estos delitos de odio, junto con todas las acciones que busquen discriminar, dañar o menospreciar a cualquier Ser Humano o colectivo por el mero hecho de serlo.

Nuestra profunda convicción en la defensa de los Derechos Humanos, nos interpela a sentirnos indignados y preocupados, poniendo sobre la mesa este problema y sus consecuencias, así como las soluciones que eliminen de raíz las conductas y comportamientos xenófobos.

Hay muchos caminos para trabajar en línea de esa búsqueda de soluciones como sociedad: tendríamos que caminar hacia medidas que faciliten la integración –evitando, por ejemplo, situaciones de irregularidad indefinida-, su visibilización –por ejemplo con mayor presencia en medios de comunicación-, su participación en la vida pública –reservando una cuota mínima en las listas electorales, por ejemplo-, etc.  Sin embargo, entre todas las vías, consideramos que una de las mejores para erradicar el racismo y el odio hacia el diferente es la educación. Sólo a través de la sensibilización de las generaciones más jóvenes y el abordaje de estas cuestiones dentro del ámbito educativo, podremos ayudar a construir una sociedad más tolerante y solidaria.

Y es que, el encuentro entre distintas culturas siempre debe ser enriquecedor para el que llega y para aquel que lo acoge. Cualquier desacuerdo o tensión debe ser resuelto por medio del diálogo entre las partes, creando espacios de encuentro y convivencia entre vecinos, sin importarnos su lugar de origen. Y todo eso… es fruto de procesos educativos.

Por eso, desde Por Un Mundo Más Justo, apostamos por una educación cuyo fundamento y finalidad sea la transmisión de valores humanos universales y fundamentales como la diversidad cultural, la tolerancia y la búsqueda de la paz. Una educación que, a través del desarrollo de competencias y la adquisición de conocimientos,  contribuya a la construcción de una ciudadanía global que actué desde esos principios de igualdad, respeto y empatía con el prójimo.

Grupo Local del M+J Galicia y Equipo de Educación del M+J