COP25: La hipocresía climática y hacia dónde avanzar
En estos días, cerca de 190 delegaciones y medio centenar de jefes de Estado aterrizan en Madrid para asistir a una Cumbre del Clima que nace fallida por la incapacidad de lograr acuerdos legalmente vinculantes que comprometan a los países asistentes.
La hipocresía climática en la que estamos inmersos completa ya su primer cuarto de siglo. La falta de acuerdos de la Cumbre del Clima pone en duda su propia naturaleza y con ello el liderazgo de la propia Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Por supuesto que estamos ante una emergencia climática. No es necesario mencionar aquí los impactos y vulnerabilidades creadas por el exceso de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, la respuesta no es albergar en un recinto ferial al mayor número de representantes públicos, sociedad civil y empresas. Representaciones cuya principal finalidad es visibilizar su acción ejemplarizante en un entorno de mercado que bien podríamos considerar hostil.
Toda emergencia debería tener asociada la puesta en marcha de acciones rápidas y contundentes que revirtieran la tendencia actual. Pese a todos los esfuerzos y acuerdos alcanzados, las emisiones anuales de gases de efecto invernadero crecen de manera obstinada a un ritmo del 2% anual. Actualmente, la cifra supera las 40 Gt (gigatoneladas) CO2eq anuales. En materia de Objetivos de Desarrollo Sostenible, no existe un mayor incumplimiento mundial que el planteado para el ODS13: Acción por el Clima. La conclusión es clara, debemos revertir los esfuerzos y orientarlos hacia otra dirección porque el avance es nulo.
Las reuniones del más alto rango, como las que se están desarrollando en Madrid, deberían tener como eje vertebrador la fiscalización de los incumplimientos climáticos. Sin embargo, todavía estamos lejos de lo que sería ésta primera piedra, los compromisos vinculantes. Más adelante, podrán venir medidas de penalización por la propia financiación pública de modelos de producción y consumo altamente contaminantes ¿Cómo es posible que sea más barato viajar en avión a Barcelona que viajar en tren? ¿Cómo es posible que sea más barato comprar una batidora nueva que arreglarla? Vivimos en una falta de regulación de aquellas cuestiones básicas que no solo permitirían mejorar la vida del planeta sino también la propia vida de las personas. Igualmente, se debería penalizar la falta de transparencia tanto de países como de organizaciones y promover regulaciones fiscales que antepongan los beneficios ambientales junto a los sociales. Han pasado 25 años y genera mucha rabia pensar que todavía estamos muy lejos de que las Cumbres del Clima justifiquen la movilidad internacional de sus asistentes.
En relación a ésta primera piedra, los acuerdos vinculantes solo se alcanzarán si se cambian las reglas del juego. Los acuerdos actualmente impulsados por la Unión Europea buscan únicamente culpabilizar a los países donde se produce la quema de combustibles fósiles y no al lugar donde se consumen los productos y servicios. Ésta diferencia en la elaboración de inventarios es lo que se denomina criterios productor vs consumidor. Los países netamente exportadores, como India y China, jamás estarán a favor de unas reglas del juego que les perjudican. Más todavía, si se tiene en cuenta su baja responsabilidad acumulativa (la mitad en relación a la propia Unión Europea https://www.globalcarbonproject.org/). Los acuerdos globales tienen que medir los esfuerzos desde los diferentes puntos de vista (emisiones de la producción, emisiones del consumo y emisiones relativas a índices de actividad como el Producto Interior Bruto). Solo de esta manera podremos llegar a acuerdos vinculantes y poner en macha todas las medidas que tenemos a nuestro alcance.
Espero que estas palabras contundentes hayan permitido visibilizar las oportunidades tenemos sobre la mesa y no sean vistas como una crítica ante las movilizaciones que hoy buscan un futuro del planeta.
Sergio Álvarez Gallego
Profesor de Sostenibilidad Ambiental
Universidad Politécnica de Madrid