Empatía para nuestros políticos, esperanza para todos

Si les preguntamos a nuestros gobernantes, a nuestros políticos en general, si están “teniendo empatía” en su actividad política, probablemente respondan que sí. No obstante, “desde fuera” creo que todos percibimos que no. ¿Por qué? Porque el camino de la empatía es bidireccional, es decir, tiene que existir un “ponerse en el lugar del otro”, y que “ese otro”, las personas a las que están llamadas a servir, lo noten y lo sientan. Sin embargo, ni lo notamos ni lo sentimos. En cualquier crisis hace falta tener altura de miras y ampliar apoyos para poder enfrentar mejor la amenaza, en este caso sanitaria y económica fundamentalmente. Nos quedamos estupefactos al ver que solo se preocupan de llevar adelante sus ideas y sus proyectos. En mi opinión, el resultado es que no están logrando cubrir las necesidades de las personas: necesidad de información veraz y clara, necesidad de una gestión pública eficaz fruto del trabajo en equipo, necesidad de manifestaciones de perdón si en alguna acción se ha cometido un fallo, etc. Los esfuerzos de nuestra sociedad están siendo muchos y sin embargo, pienso que no se ven respuestas en nuestros políticos que acompañen dichos esfuerzos. Así las cosas, pienso que nuestros políticos no están siendo empáticos.

El efecto de esta falta de empatía en el contexto de esta pandemia que estamos padeciendo, es la creciente desesperanza en que sea posible una próxima y eficaz recuperación a todos los niveles.

Para que nuestros políticos que están PARA servir, sean empáticos, deben tener una respuesta conductual coherente; Deben escucharse activamente entre ellos y también a la ciudadanía, especialmente a los que más están sufriendo.

En definitiva, resulta desesperante ver a quienes tienen el encargo de ayudarnos a gestionar la crisis, enfrascados en fortalecer “un ellos/un nosotros”, y no un “vamos juntos hacia adelante con esfuerzo, transparencia, y pensando en quienes más lo necesitan, pero unidos, aunque tengamos ideas contrarias o pensemos diferente”.

Pienso que desde el partido Por un Mundo Más Justo, entendiendo que están siendo momentos muy difíciles, optamos por una empatía terapéutica, queriendo con ella dar una respuesta eficaz, capaz de acompañar verdaderamente el sufrimiento de las personas, estudiando lo mejor para ellas, en escucha de lo que otros estén dispuestos también a aportar. Como afiliado de M+J, pienso que es así como entendemos la política en Por un Mundo Más Justo: como un hacer camino con otros políticos, otras instituciones, y por supuesto, con nuestros conciudadanos. En M+J pretendemos el logro de una ciudadanía global que empieza por estar cerca del que sufre, conocer sus necesidades y plantear una solución.

Creo que en el partido Por Un Mundo Más Justo somos muchas las personas que consideramos muy importante pensar que todos están haciendo lo que pueden para dar lo mejor de sí mismos. Necesitamos no juzgar rápidamente a las personas. Debemos juzgar las políticas, las propuestas, las ideas y las acciones. Esa es la manera en la que nosotros queremos trabajar.

Ojalá esto vaya mejorando en breve, y ahí estaremos desde Por un Mundo Más Justo, para arrimar el hombro. Continuamos…

 

José Antonio Rosa Lemus

Psicólogo y afiliado de M+J en Badajoz