Pocas personas en nuestra ciudad no saben que nuestro equipo se juega el ascenso a primera división de fútbol el próximo sábado, ante el Leganés.
Un partido que, por los “caprichos del destino”, se jugará en plena jornada de reflexión antes de las votaciones del domingo para elegir al nuevo Ayuntamiento de Granada. Por lo que muchos/as granadinos/as irán a votar con el estado de ánimo condicionado por el resultado de su equipo la noche anterior.
Sea como fuera lo que ocurra -obviamente, deseamos que se produzca el ansiado y merecido ascenso- creo que ningún aficionado al deporte rey en nuestro municipio se plantea que al Granada no debería apoyársele porque no “es útil que suba”. Y no hablo de beneficios económicos para la ciudad o de la rentabilidad “emocional” para los fans del equipo, sino de algo mucho más simplón: que no sea útil porque divide o perjudica a las aficiones de los otros equipos, particularmente los “grandes” (Real Madrid, Barcelona…), porque será un “equipo perdido” en medio de aquellos, porque “los equipos pequeños” no tienen sentido porque nunca van a conseguir nada, etc, etc.
Si quien me lee se ha fijado que firma este artículo un cabeza de lista por uno de esos “partidos pequeños” que concurrimos a las elecciones, concretamente Por Un Mundo Más Justo, “olerá” cierto doble sentido en mis palabras.
Y es que esa arma arrojadiza de lo que, a nivel de política partidista, es útil y lo que no – lo inútil, por tanto- es algo con lo que tenemos que lidiar una y otra vez en nuestras conversaciones con parte de la ciudadanía.
¡Por favor! Creo que ha llegado el momento de desterrar para siempre ese fantasma del “voto útil” –a menudo convertido en voto del miedo, voto contra el diferente/enemigo…-. Porque las “otras opciones” tenemos pleno sentido, hacemos de la nuestra una democracia más madura, alimentamos la pluralidad y la libertad política, traemos frescura en propuestas, estilos, objetivos, regeneramos la vida pública, damos esperanza a la sociedad.
En nuestro caso, nos sentimos no sólo útiles, sino imprescindibles en el momento actual para poner a los últimos, a las personas más vulnerables, en el primer lugar, y para hacerlo buscando lo mejor de todos, uniendo en la diversidad, apelando al respeto y el buen trato.
No. Si la gente nos vota no será un voto inútil o perdido. Será un voto merecido y, ojalá, ganador. Como el ascenso de nuestro querido Granada. ¡¡A ganar la eterna lucha, Granada!!
(¡¡Y a conseguir 5000 votos –utilísimos- para hacer de Granada, la Ciudad que Ayuda!!)
Luis Antonio Rodríguez Huertas, cabeza de lista al Ayuntamiento de Granada de Por Un Mundo Más Justo (M+J)