España debe frenar la venta de armas.

 

 

Ante el importante y necesario acto del pasado jueves, 4 de marzo, del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, en el que -en el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid)- se destruyeron 1377 armas y una veintena de piezas que fueron intervenidas sobre todo a ETA y los GRAPO en operaciones policiales desarrolladas en España, realizamos la siguiente reflexión acerca de la producción de armamento.

2.436.351 personas han muerto en conflictos armados desde 1989 en todo el mundo, lo que nos hace afirmar con rotundidad que el comercio de armas va en contra de la ética humana.

Sin embargo, pese a que las Naciones Unidas constituyeron en 2014 el Tratado sobre el Comercio de Armas que regula el comercio internacional de armas convencionales, desde armas pequeñas hasta carros de combate, aeronaves de combate y buques de guerra, dicho mercado no hace más que aumentar a medida que también crecen los conflictos armados en las distintas zonas del globo.

En lo que se refiere a nuestro país, os ofrecemos algunos datos:

  • Según consta en distintos informes elaborados por Amnistía Internacional, Intermon Oxfam, Greenpeace y FundiPau (integrantes de la plataforma Armas Bajo Control), entre enero de 2015 y junio de 2018, se realizaron exportaciones de material de defensa a Arabia Saudí por 2.046 millones de euros.
  • Así mismo, en el primer semestre de 2020 el Gobierno autorizó operaciones por valor de 22.544 millones, el volumen más alto jamás alcanzado por la industria armamentística en el país, que se consolida como el séptimo mayor exportador mundial de armamento. La cifra mencionada anteriormente representa un aumento del 650% en 2020, y supera la suma de los años 2018 y 2019 que rozaron los 21.500 millones.
  • Por otra parte, dentro de las exportaciones mundiales de armas, España aporta un 2,6% del total.
  • El principal cliente de España de venta de armas ligeras se encuentra en Oriente Medio, debido a la crisis entre Arabia Saudí e Irán.
  • Los contratos que tiene España en la venta de aviones militares y buques de guerra son básicamente con Airbus y Navantia.

A colación de la última referencia que acabamos de apuntar, nos hacemos eco de que uno de los argumentos para no frenar esta venta de armas en España es la creación de empleo local. Sin embargo, nos preguntamos: “¿Qué debe de estar por encima? ¿La muerte de personas o los puestos de trabajo?”. Somos conscientes de que no es una cuestión fácil y que el negocio de las armas afecta a la supervivencia de muchas familias. Pero aún así, a la luz de nuestra reflexión ética, en el M+J no podemos responder más que anteponemos la vida de las personas a cualquier otro interés. Eso también significa que, para no dañar la situación de dichas familias, haya que dar pasos creativos para reubicar los trabajadores de estas industrias en otras alternativas. No abogamos por cerrar un sector sin más, sino por abrir otros que aporten a la sociedad y no quiten vidas.

Así todo, desde Por Un Mundo Más Justo, valoramos de forma muy positiva el acto realizado el pasado jueves, pero también exigimos al Gobierno de la Nación que aplique el tratado de la ONU para regular de forma adecuada el comercio armamentístico, que dé pasos para abrir nuevos sectores industriales verdes, como energías renovables, para reubicar en ellos los puestos de trabajo que el negocio de armas perdería.

Como bien es sabido, en nuestro partido entendemos la lucha por la justicia y la fraternidad también desde la opción por la paz y el rechazo de todo lo que, directa o indirectamente, fomente cualquier tipo de violencia, incluida las guerras. Estamos convencidos de que nuestra humanidad también lo quiere así. Por eso, solo es cuestión de voluntad y de tiempo que un mundo sin armas sea realidad. Contamos contigo para acelerar su llegada.

 

Partido Por Un Mundo Más Justo M+J