No se trata de SUMAR, se trata de UNIR.
El partido Por Un Mundo Más Justo nos presentamos de nuevo a las elecciones, como venimos haciendo desde hace 20 años. Estaremos en una buena parte del territorio español.
Estamos abrumados por el número de mensajes y preguntas que estamos recibiendo en relación con nuestros objetivos, visión e ideas. Un interés creciente de la ciudadanía que, sin duda, es consecuencia del gran crecimiento experimentado por este partido en los últimos años.
Una de las preocupaciones más importantes de la ciudadanía es el riesgo de que, con nuestra presencia, “dividimos el voto”. A pesar de que somos “el partido preferido” de un porcentaje muy significativo de la población, muchos no dan el paso a votarnos por miedo a “dividir el voto”.
Y es curioso que se nos acuse de dividir, cuando nuestro lema suele ser “Elige UNIR”.
Es evidente que algo no estamos explicando bien o que, por alguna razón, no estamos siendo capaces de hacer llegar el mensaje. Este artículo pretende contribuir a explicar mejor lo que pretendemos, por qué existimos y qué aportamos a la política hoy.
En la política de hoy se ha perdido el RIGOR, el RESPETO y la FRATERNIDAD.
El problema más grave que tiene hoy el mundo, Europa y España es, sin duda, que la política no funciona.
Todos los demás problemas graves a los que nos enfrentamos necesitan un sistema político capaz de poner en marcha soluciones a dichos problemas. Pero si el sistema político no funciona ¿Cómo vamos a arreglar los problemas económicos, ambientales, sociales y de convivencia?
Por eso, no hay que ir a la política para arreglar los problemas de la sociedad. Antes que eso, hay que ir a la política para arreglar la propia política.
¿Y qué problemas tiene la política? Se puede resumir en que se ha perdido el RIGOR, el RESPETO y la FRATERNIDAD.
Sin rigor, la política deja ser un sistema basado en la búsqueda de soluciones a los problemas, para convertirse en puro marketing.
Sin respeto, la política sencillamente deja de ser política. La palabra “educado”, en inglés, se dice “polite”. La política es el arte de defender las ideas propias, no de insultar al que no opina como tú. El respeto es el «aceite lubricante» que hace que las diferentes piezas del sistema político, aún siendo diferentes, funcionen como una única máquina. Las averías más serias de las máquinas se producen por falta de lubricante, pero antes de averiarse, la temperatura de la máquina empieza a subir alarmantemente. Eso es lo que está ocurriendo hoy en la política, porque se ha perdido el respeto.
Sin fraternidad, nos vemos unos a otros como enemigos a batir. No hay escucha. No hay debate. No hay negociación. Solo el deseo de vencer. Eso tampoco es política.
¿Y cuál es la causa de que se haya perdido el RIGOR, el RESPETO y la FRATERNIDAD? Sin duda, la causa que está detrás es la polarización.
La polarización es el problema más grave que enfrentamos
El mal funcionamiento de la política es el problema más grave que enfrentamos. Y la causa de ese mal funcionamiento es la polarización. Y esa polarización, es cierto que está alimentada por la clase política y por los medios de comunicación, pero la gran responsabilidad está en la ciudadanía.
Somos nosotros los que elegimos las noticias que queremos consumir y los políticos que queremos que nos gobiernen. Y nuestras elecciones están llevando al sistema político y a los medios de comunicación a un nivel de degradación alarmante.
Solo leemos aquello que nos da la razón y solo escuchamos al político que dice lo que nosotros decimos. Pero lo grave, es que esto evoluciona hacia algo aún peor. Porque con el tiempo pasamos a solo decir lo que dice el político al que escuchamos o lo que dice el periódico que leemos.
Es imprescindible un cambio radical en la actitud de la ciudadanía. Necesitamos ciudadanos y ciudadanas que, ante todo, busquen La Verdad. Hoy hay mucho escepticismo en torno a lo que es La Verdad, pero nadie discute lo que es la mentira. Así que empecemos por no mentir y por no exagerar la realidad hasta llevarla a un nivel irreconocible.
Solo cuando el deseo por la verdad es mayor que el afecto a mis propias ideas, entonces escucho, analizo con rigor y soy capaz de debatir con respeto. Solo entonces veo a la otra persona como hermana, que busca lo mismo que yo, aunque no opine lo mismo.
¿Pero quién hay en el sistema político que busque la verdad?
Se invita a SUMAR en uno de los bloques, para ser más fuertes, contra el otro bloque. Se da por descontado, que el otro bloque es el enemigo a batir. Se recurre al miedo y solo se dice que hay que echar a Sánchez o que hay que evitar a toda costa que llegue la ultraderecha. No se escucha, no se analiza con rigor, no se cuestionan los planteamientos propios, ni se trata al otro bloque como hermanos que buscan soluciones a los mismos problemas.
Este planteamiento de sumar en un bloque ¿Es de verdad útil? ¿Qué puede conseguir un bloque en la política durante cuatro años? ¿No vendrá después el otro bloque a destruir lo construido?
No necesitamos SUMAR en un bloque. Necesitamos UNIR. Necesitamos infiltrar en el sistema político a personas que, con una firme apuesta por el Rigor, el Respeto y la Fraternidad, hagan de “lubricante” y consigan que los bloques funcionen como partes de una misma máquina.
Nosotros hemos demostrado ser capaces de hacer esto. En la Iniciativa Legislativa Popular para la Regularización Extraordinaria de personas extranjeras, que hemos llevado al Parlamento, hemos sido capaces de unir a 900 organizaciones sociales con una enorme disparidad ideológica: conservadoras, liberales, socialistas y de extrema izquierda.
Evidentemente, tenemos un programa amplio con una batería de propuestas concretas en un gran número de temas, pero, antes que esto, vamos a la política para arreglar la política.
ELIGE UNIR, ELIGE POR UN MUNDO MÁS JUSTO