Patria y vida para Cuba 

En este momento, en muchos de los países de América Latina se está viviendo una gran convulsión, que tiene su origen en una situación estructural compleja e injusta pero exacerbada por la pandemia de la Covid. Cuba, lógicamente, no es ajeno a ello, y tiene sus particularidades específicas.

Estas últimas horas están siendo duras para muchas familias cubanas dentro y fuera de la isla. En Por Un Mundo Más Justo seguimos con atención lo que está ocurriendo. Además, desde nuestra apuesta por el diálogo y la búsqueda en común de soluciones a los conflictos, hemos creído positivo escuchar a dos afiliados que son originarios de allí para que nos den sus impresiones y las sumemos a la evaluación de la situación que como partido hacemos. Son Nora González Agüero y Alejandro Igor Guthire Albear. Como es lógico están pasando por momentos complicados, donde se mezclan emociones y sentimientos (rabia, impotencia, nostalgia, júbilo, esperanza) y muchos, muchos deseos de una pronta solución.

Nos confiesan que en estas últimas horas han llorado y que han pasado por algo parecido a crisis de ansiedad. Pero también nos hablan en unos términos que nos pueden sorprender: nos hablan de perdón, de compresión, de tolerancia, de amor.

Nos dicen:

“No queremos violencia, ni desgracia. Aunque es cierto que el sistema está obligando a parte de la juventud a tomar el país. Muchos nos sentimos engañados desde niños, sembrando en nosotros el odio al que piensa diferente. Y sí, las generaciones de hoy queremos un cambio político social y nos sentimos con capacidad para tomar nuestras decisiones, pero en las últimas horas hemos aprendido que tenemos más fuerzas para construir una sociedad diferente sin imponernos al contrario desde la violencia o el odio, sino abriendo espacios para la participación y el diálogo. Mucho diálogo y perdón. No más violencia”.

Quien más quien menos sabe de las circunstancias que vive el país caribeño. Un lugar hecho de grandes contrastes: riquezas a raudales de vida y humanidad pero empobrecimiento material, y carencia en algunos derechos como la libertad de expresión y el asociacionismo político.

Y esto a consecuencia del régimen castrista y también de las sanciones y embargos internacionales (de modo particular de EEUU), a pesar de las reiteradas condenas de los mismos por parte de la ONU (la última a penas hace unos días)

Como en todo, hay lecturas diversas. Hay quienes ponen en valor el avance educativo, determinados indicadores sociales que están por encima de otros países de la región, o el importante sistema sanitario que hay en la isla (recordemos que es un país que ha conseguido fabricar una vacuna propia para la Covid 19 y está detrás de un par más de ellas). Por contra, hay quienes hablan de que el Gobierno usa el bloqueo como justificación para su mantenimiento y la corrupción de los dirigentes, ocultando “otro bloqueo”, el psicológico que se impone a la población, provocado por la ausencia de una democracia y, sobretodo, para opositores al régimen, por la falta de completa libertad de expresión y tránsito.

Nora y Alejandro son conscientes de que  “para nosotros todo ha contribuido a empeorar la situación. Entre otras cosas, el temor a hablar directamente en la sociedad por el riesgo de perder los pocos derechos adquiridos. Pero a pesar de eso, con el tiempo hemos aprendido la importancia de respetar la dignidad de las personas, la vida humana, la patria. Además, creemos que los gobernantes que conducen la isla no aportan soluciones, sino lo contrario, más aún en la crisis de la pandemia. El pueblo cubano sabemos que somos más que una “ideología”, que somos hermanos. Pero, en este contexto, sólo faltaba una mecha para prender la llama del descontento, de las protestas en cada barrio, pueblo y ciudad.”

Así mismo, en estos días ha vuelto a aparecer Raúl Castro después de varios meses de silencio  en lo que para algunos sería el intento de hacer recaer toda la responsabilidad de lo que está pasando “en los enemigos del régimen”.

Por eso, nos siguen narrando nuestros compañeros cubanos:

“El miedo, la violencia impera hoy en las ciudades y los medios de comunicación hacen silencio. La población está sin internet, sin electricidad. Y las detenciones son ahora en las noches, casa a casa. Hay más de 200 desaparecidos, heridos de ambos “bandos” y, también fallecidos, entre ellos un menor de 13 años. Hoy se ha roto algo que nos ha costado construir y lo tenemos que resolver nosotros mismos desde el diálogo, desde la democracia, desde la participación activa. Debemos crear un escenario diferente. Hoy las calles de Cuba se han convertido en lo que fue hace más de 50 años atrás, y debemos hacer algo por salir de ahí. Por eso en lugar de decir “Patria o Muerte” como algunos dirigentes actuales de nuestro Gobierno, nosotros decimos “Patria y Vida”. Esa es la mejor consigna para un país que está sufriendo de esta manera”.

En este escenario, desde Por Un Mundo Más Justo nos sumamos al grito de Alejandro y Nora, que se sienten hoy, más que nunca, unidos solidariamente al sufrimiento de otros muchos pueblos de la humanidad que han pasado o pasan situaciones parecidas y que son víctimas -dicen ellos- del egoísmo, la falta de libertad, la dictadura…

Frente a ello nosotros pedimos al Gobierno cubano y a toda la comunidad internacional que:

  • se acelere la resolución pacífica del conflicto movilizando para ello todos los esfuerzos diplomáticos que sean necesarios;
  • que se respeten los derechos de los ciudadanos cubanos a manifestarse libremente;
  • que se termine con la represión y la política de “desapariciones” y cesen los actos arbitrarios de las brigadas especiales, los cuerpos de seguridad del estado y las fuerzas civiles paramilitares;
  • que se termine con el bloqueo internacional contra Cuba, como han vuelto a pedir todos los países de la ONU salvo Estados Unidos e Israel;
  • que se den pasos decisivos para construir una verdadera democracia sin ambages, a través de una transición pacífica y progresiva que fomente la participación de toda la ciudadanía y aboquen a unas elecciones libres;
  • que no se imponga el miedo, sino la convivencia, la tolerancia, el diálogo, la libertad y la fraternidad.

Partido Por Un Mundo Más Justo (M+J)