Tras la sentencia del Tribunal Supremo, desde el partido Por Un Mundo Más Justo (M+J) vemos con preocupación el creciente clima de crispación en Cataluña.
No compartimos la forma en la que determinados medios nacionales pretenden demonizar a los líderes políticos catalanes.
Al mismo tiempo, consideramos que la desobediencia acarrea penas. Es evidente que los líderes catalanes que han sido juzgados desobedecieron el sistema legal establecido.
A lo largo de la historia, muchos grandes líderes que a M+J nos inspiran en nuestra actividad política, desobedecieron pacíficamente el orden establecido y estuvieron dispuestos a pagar sus penas en la cárcel, reconociéndolo como el castigo natural de una ley injusta. No huyeron, sino que afrontaron con valentía su destino. En definitiva, al margen de que la ley que se desobedezca sea justa o injusta, la desobediencia debe ser afrontada con la pena que la ley exige.
Dicho esto, en pleno siglo XXI en España, no compartimos ninguna causa que pretenda generar nuevos muros y fronteras. Tenemos la convicción de que lograremos un mundo justo y en paz si construimos un proyecto de prosperidad compartida en el que hablemos menos de países y nacionalidades y más de personas y mundo, trabajando por una ciudadanía global. Esa es la causa que proponemos a las nuevas generaciones, respetando la cultura y arraigo local, y al mismo tiempo, relacionándonos con una conciencia global que fomenten en el largo plazo el fin de la pobreza y el libre movimiento de personas en el mundo.
En definitiva, desde M+J respetamos las decisiones judiciales, empatizamos con el dolor de los líderes encarcelados y sus familias, entendemos la oportunidad de explorar los cauces legales que faciliten una reducción de las condenas y animamos a buscar un escenario de concordia y prosperidad compartida.
Deseamos que el imprescindible diálogo entre todas las instituciones y formaciones políticas favorezca el entendimiento y alivie la tensión que vive el pueblo catalán sea cual sea su orientación o ideología.