Somos de color. Tierra, barro, cartón... Somos Por Un Mundo Más Justo

Hoy, Día internacional contra el racismo y la xenofobia… que nos recuerda cuánto camino nos queda por hacer como humanidad, cuántos prejuicios que romper, cuántas injusticias que denunciar;

Hoy, Día mundial del Síndrome de Down… que nos recuerda la importancia de cuidar a los más frágiles y vulnerables…y cuánto podemos aprender de ellos,  y que eso es hacer fraternidad;

Hoy, Día internacional de los bosques… que nos recuerda que cuidar de la naturaleza es cuidarnos a todos… y que cuidarnos debiera ser una consigna que nos acompañase durante toda le existencia;

Hoy, Día internacional de la poesía… que nos recuerda la importancia de seguir viviendo desde la sensibilidad, el corazón y la utopía…

Hoy estrenamos una imagen nueva… declaramos que SOMOS DE COLOR.

DE COLOR TIERRA, DE COLOR BARRO, DE COLOR CARTÓN…

De colores que nos hablan de lo que nos une, de lo que somos, de los que sufren. Hoy, todos los que formamos este partido, decimos con humildad, con satisfacción y con esperanza: SOMOS POR UN MUNDO MÁS JUSTO. Ojalá tú también seas Por Un Mundo Más Justo. Te esperamos.

Y… para todos los que sois de color como nosotros… a todos los que, en definitiva, sois “color POR UN MUNDO MÁS JUSTO”, os decimos:

 

Gracias a vosotras y a vosotros…. personas locas, soñadoras, inconformistas o voluntariamente utópicas. Personas que creéis desde lo profundo de vuestro corazón que otro mundo es posible; que otro mundo más justo, más fraterno, más humano… tiene que estar a la vuelta de la esquina.

Gracias.

Gracias a vosotros, artesanos del tiempo libre, malabaristas de la vida, que hacéis de vuestros cansancios vías de esperanza, que llenáis de sonrisa las oscuridades que a menudo envuelven los días de millones de habitantes de este nuestro hermoso planeta, que sabéis que, donde se pone amor, las cosas cambian, nace la luz, se abre camino la bonanza. Gracias.

Gracias a vosotros, vigilantes, generadores de atmósferas fraternas, recicladores de muros en puentes, sanadores de heridas y cicatrices sociales, “toqueteadores” de conciencias, “Pepitos Grillos” allí donde os movéis: familia, calle, trabajo, amigos o activismos. Gracias.

Gracias, malabaristas del reloj, equilibristas de emociones, ilusionistas de vidas e historias, generadores de energías.

Gracias por darnos ejemplo de que los días grises también son para compartir, para sembrar, para abrigar sentimientos y vida. Gracias.

Gracias a vosotros, los que un día os supisteis nacidos para cambiar las cosas, para no dejarlas como están, para legarlas mejoradas, renovadas, brillantes… asumiendo con paciencia que los frutos los recogerán vuestros hijos o nietos. Gracias por dejaros en ello la piel… por hacer cosas que -a la vista de muchos- son pérdidas de tiempo, tonterías, voto inútil o luchas infructíferas… pero que son las que dan sentido a vuestra existencia y a la de la humanidad. Gracias.

Gracias a vosotros, profetas que denuncian horrores y terrores sociales, pregoneros de la belleza de la creación cuando opta por cuidar de los más frágiles, de los más vulnerables, de los que son invisibles… de “los nadie”. Gracias por respirar paz cuando amenaza guerra, por empuñar fregonas y escobas cuando se alardea de poder, por servir cafés de amistad cuando se vende rechazo, miedo o invasión. Gracias.

Gracias por ser margaritas que sólo tienen pétalos del “sí” al otro, por otorgar a los demás los puestos de honor en el banquete del vivir. Gracias por vuestros errores que os hacen humanos, por vuestros aciertos que os hacen divinos, por vuestros abrazos que os hacen hermanos. Gracias.

Gracias por ser regalos, portadores de milagros, ángeles de la guarda, contenedores de miserias ajenas, parte de aquello esencial que es invisible a los ojos, descubridores del nuevo mundo que nos enseña que no hacen faltan tantas cosas… y sólo necesitamos las personas… las bellas personas. Gracias.

Gracias a vosotros que hacéis más que decís, que susurráis más que gritáis, que abrazáis más que señaláis, que ponéis dulzura, cordialidad, diálogo, optimismo donde otros encuentran sequedad, defensa o calamidad. Gracias.

Y gracias… por pintar el mundo de color carne ¡que son tantos tonos!, de color cartón ¡que son tantas denuncias!); de color tierra ¡que es tanta ciudadanía global!; de color madera ¡que son tantas historias de dolor en medio del mar!; de color café (de comercio justo) ¡que son tantas conversaciones constructivas, en mañanas serenas!; de color Sur ¡que habla de tanta riqueza, diversidad, reparación, futuro!; de color barro ¡que nos evoca tanta fragilidad necesitada de mimos, de protección, cuidados, de alma!; de COLOR POR UN MUNDO MÁS JUSTO que nos habla de lo que tú y yo queremos. Gracias.

Gracias.

Gracias por venir a esta, tu casa. La casa común que construimos entre todos. Gracias por hacerla, con tu aportación…. “más y más”: más justa, más sostenible, más sencilla, más transformadora, más limpia, más transparente, más ecológica, más inclusiva, más equitativa… más amable, más pacífica, más fraterna… más viva… más perfecta.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Partido Por Un Mundo Más Justo M+J