Una vacuna para todos, es un derecho

Estimados Reyes Magos:

Esto que os pedimos no es un regalo, es un derecho: LA VACUNA PARA TODOS.

Hay que remontarse más de cien años en la historia para encontrar una situación similar a la que nos toca vivir en la actualidad, millares de personas enfermando simultáneamente a lo largo y ancho del planeta. Hablamos de la pandemia por el SARS-COV-2. Pero quizá no somos del todo conscientes de lo que esto significa; una enfermedad infecciosa de extensión mundial, que ha provocado el colapso social, económico y sanitario a todos los niveles. Aunque esta pandemia no afecta a todas las personas de la misma forma y el riesgo de contraerla tiene claras vinculaciones con las desigualdades sociales y las condiciones de vida, hay que reconocer que nunca se habían producido tantos esfuerzos en el mundo científico, de tantas potencias mundiales, orientados a encontrar un posible remedio (una vacuna), en un intento de frenar esta amenaza global para la humanidad. Tampoco en la historia de la medicina se logró diseñar una vacuna, crearla, probarla y comercializarla en el tiempo récord en el que se ha obtenido esta.

Sin embargo, la globalización del Covid-19 parece que no se va a reproducir con su vacuna. Corremos el riesgo de que ésta se vuelva un nuevo producto de consumo apto solo para aquellos países que puedan permitirse pagarla.

Los Estados más ricos han hecho acopio de la vacuna, incluso antes de su comercialización, y han impedido que su distribución sea lo extensa que ha sido la infección. Países que suponen el 14% de la población mundial ya disponen del 54% de las dosis previstas para los próximos meses. Así, se reproducen, una vez más, las desigualdades entre ricos y pobres, que ya estaban presentes antes de la pandemia y que se ven ahora trágicamente reflejadas en una vacunación elitista y egoísta… Que además de injusta e insolidaria -y con una marcada estrategia de ganancia política en su organización-, se mostrará ineficaz porque, como ya han manifestado distintos expertos, sin una vacunación homogénea y mayoritaria en el planeta no será posible controlar la transmisibilidad del virus.

Por eso, desde Por un Mundo Más Justo, pedimos que España apoye y firme la petición realizada por India y Sudáfrica a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para que se suspendan los derechos de propiedad intelectual sobre la vacuna. Esto permitirá que pueda ser accesible a todos los países, independientemente de su nivel de riqueza. Entendemos que, una vacuna que no está al alcance de toda la humanidad no cabe en un mundo que pretende ser solidario, donde el propio virus nos ha enseñado que todas las personas somos vulnerables y que todas y todos nos necesitamos para avanzar en prosperidad y salud.

Partido Por Un Mundo Más Justo (M+J)