El Mundial de la vergüenza
En este mes de noviembre se tiene previsto que comience el mundial de fútbol de Qatar. Detrás de un acontecimiento que une a los pueblos a través del deporte hay unas espeluznantes cifras de muerte, esclavitud y tragedia. 6500 personas , la mayoría inmigrantes, perdieron la vida durante la construcción de las distintas sedes que albergarán el mundial. Procedentes de Nepal, Bangladesh o India, personas con nombres y apellidos, con la promesa de mejorar sus vidas, eran sometidos a condiciones de esclavitud con jornadas laborales de hasta 18-20 horas diarias, con temperaturas entre los 39 y 50 grados centígrados que en muchos casos han sido la causa de su fallecimiento. A todo esto, según varias organizaciones como Amnistía Internacional -o medios como The Guardian – hay que añadir las elevadas comisiones monetarias que tuvieron que pagar para poder acceder a dichos trabajos (entre 500 y 4000 dólares). Hacinados en habitaciones donde dormían 8 personas y por salarios que, en muchos casos, no superaban los 190 dólares al mes, estos esclavos del siglo XXI, no podían abandonar el campamento, el lugar del trabajo e incluso el país mientras duraran las obras del mundial. En condiciones infrahumanas, con constantes amenazas y en permanente estado de vigilancia muchos no han podido resistir. Incluso un informe detallado (“Detrás de la pasión”) de todo lo que ha pasado ha llegado recientemente a manos del papa Francisco.
6500 muertes son demasiadas para que el país Catarí, la FIFA, las empresas colaboradoras con el mundial y todo lo que rodea a este evento, miren para otro lado.
En ese escenario y en el contexto de la cantidad de personas que viven un evento así como un acontecimiento de diversión y de sana competición deportiva, en el partido Por Un Mundo Más Justo hacemos nuestras en su conjunto las reivindicaciones de diferentes plataformas en relación a este drama, como las de change.org, y solicitamos a la comunidad internacional que:
- La FIFA, la Unión Europea y EEUU presionen al Gobierno de Qatar para que reconozcan estos crímenes y se haga justicia reparadora a las víctimas. También exigimos que se investiguen las verdaderas causas de estos fallecimientos.
- También el Tribunal Internacional de La Haya investigue y estudie la posibilidad de considerar estas muertes como crímenes contra la humanidad, y nos diga la cifra exacta de los muertos y los mutilados.
- Se cumplan realmente los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo en Qatar.
- La FIFA garantice que los balones del mundial de Qatar hechos en Pakistán no han sido fabricados en condiciones de esclavitud o con mano de obra esclava infantil.
Además, invitamos a toda la ciudadanía a hacer lo que esté de su mano para conseguir que estas reivindicaciones se cumplan. En ese sentido se están proponiendo por diferentes ámbitos -además de difundir toda esta información- iniciativas más amplias de boicot al mundial, como no seguir ninguna noticia o evento del Mundial de fútbol, o no consumir nada de aquellas empresas que patrocinen el Mundial o de los equipos hasta que no retiren su publicidad del mismo. Ello, además, está motivado por otros cuestionamientos como el control de la FIFA por parte de multinacionales que usan el mundial como escaparate para lavar su imagen -Coca Cola, McDonalds…-, el despropósito ambiental que supone la realización de este mundial y que parece ir en contra de la lógica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y las sospechas de corrupción y tráfico de influencias que llevó a la elección del lugar.
Todo ello son consideraciones que, como poco, podrían ser valoradas por cada uno/a de nosotros/as.
Somos conscientes de que estamos hablando de un deporte de masas y que muchos de los aficionados se acercan al mismo lejos de cualquier interés por cuestionar lo que hay detrás o saber la parte “oscura” que oculta, sin embargo es también ante circunstancias así en las que nos jugamos si, como sociedad, queremos avanzar hacia otro modelo más humano, solidario o justo.
Equipo de Migraciones
Equipo de Arte y Cultura
Partido Por Un Mundo Más Justo