Incendio en el asentamiento de chabolas de Atochares.
El reciente incendio en el asentamiento chabolista de Atochares (Almería) ha vuelto a destapar las condiciones vergonzosas en que se ven forzados a vivir muchos colectivos, principalmente temporeros inmigrantes, que trabajan en la industria de producción agrícola intensiva mediante invernadero, en las zonas meridionales de Andalucía.
Según Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), en el 2021 se produjeron 2.670.644 toneladas de frutas y hortalizas, un 5% más que el año anterior y un 28% más que la década anterior. Detrás de este negocio millonario en expansión del que la mayoría del beneficio se lo llevan las multinacionales de investigación y distribución, se esconde una explotación de trabajadores temporeros, que lamentables sucesos como este incendio, sacan eventualmente a la luz.
Entre Huelva y Almería, asociados a la agricultura intensiva de invernadero, se calcula que existen unos 119 asentamientos de chabolas, en donde alrededor de 13000 personas, principalmente inmigrantes, viven en condiciones pésimas, teniendo que levantar sus propias viviendas en zonas sin los mínimos servicios básicos, cobrando sueldos míseros, sin asesoramiento que les permita regular su situación y, muchas veces, con un trato humillante y discriminatorio.
Esto no es un problema nuevo ni desconocido por las administraciones y empresas del sector, que, tras otras catástrofes como ésta (se contabilizan hasta 11 incendios de este tipo, solo en lo que va de año, éste es el tercero) se han visto forzadas a plantear soluciones, pero hasta ahora las medidas tomadas han sido siempre pequeños parches puntuales y aislados que no han servido para solucionar el problema subyacente.
Desde M+J instamos a todos los entes involucrados (ayuntamientos, empresarios, Junta de Andalucía, Gobierno de España, Comisión Europea …) a colaborar y establecer acciones coordinadas entre sí para garantizar que se cumpla la normativa comunitaria de las personas migrantes. y procurar unas condiciones de vida dignas a estos colectivos. Como parte de estas medidas, abogamos por una regularización de los inmigrantes en situación irregular que les permita acceder a servicios básicos y a unas mejores condiciones laborales. De forma urgente se precisa dar una solución al problema de vivienda, erradicando el chabolismo con el incentivo de alquileres sociales, construcción de viviendas dignas, etc..
Si no se soluciona este problema, no sólo se estará dejando de atender a una crisis humanitaria, si no que se estará poniendo en peligro la propia industria agrícola al desprestigiar la imagen de la agricultura Andaluza (y española) de cara a un consumidor europeo cada vez más concienciado humanitariamente. Desde «Por un Mundo Más Justo», abogamos por la erradicación de la pobreza, que es posible aplicando medidas como las anteriormente expuestas, con unas reglas comerciales y fiscales justas que necesariamente deben tener como centro, por encima de todo, a la persona, (sin importar su origen, género, credo…), respetando e implementando objetivos de desarrollo sostenibles.
El motor de toda sociedad, nunca debería alejarse de la «Declaración Universal de los Derechos Humanos» que recoge lo siguiente: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.»
Hagámoslo realidad.
Grupo de Migraciones de M+J