Con motivo de la Fiesta Nacional de España

Hoy 12 de octubre es el día de la Fiesta Nacional de España. Muchas personas celebran la Virgen del Pilar, patrona del país, especialmente en Aragón, donde se le tiene mucha devoción a “La Pilarica”. Pero también se celebra el aniversario de aquel 12 de octubre en el que nos encontramos, por primera vez, las personas de un lado y otro del Atlántico. Además, lo hacemos en un contexto en el que muchos países de América del Sur y Centro América cumplen 202 años de sus independencias.

Cierto es que con el encuentro entre personas llegó la guerra, el saqueo, las enfermedades que diezmaron la población, así como la supremacía de las élites criollas (descendientes de europeos) que trajo consigo desigualdad…, pero no llegó solo eso. Gracias a ese encuentro, hoy podemos soñar con una única familia humana.

Cerca de cumplir 100 años desde que Ramiro de Maeztu popularizara el término «Hispanidad», nos atrevemos a reflexionar y aportar algunas ideas sobre este concepto y su necesaria actualización…

Dos premisas antes de compartir ideas:

  • 1ª intentar vaciarnos de prejuicios. Proponernos ser objetivos y no dejarnos llevar ni por la cultura de bandos enfrentados que se apropian de la verdad, ni por el peso de nuestra propia historia, con sus luces y sombras. Es responsabilidad de los dos lados del Atlántico asumir las responsabilidades propias y no culpabilizar exclusivamente a “los otros” de los problemas existentes;
  • 2ª poner el foco en el bien común, en la construcción de una ciudadanía global más justa y fraterna, superando la dicotomía de izquierdas y derechas.

Algunas ideas que como partido político «glocal» (mirada global y actuación local) nos surgen:

En primer lugar, Hispanoamérica une España (Hispania) con América (refiriéndose al centro y al sur del continente), y eso nos gusta, nos motiva. Ya hemos expresado muchas veces que no somos nacionalistas de nada, se nos quedan pequeños los barrios, los distritos, los pueblos, las ciudades, las comunidades autónomas, los países, los continentes… nos sentimos llamados a ser del Mundo, a alzar la mirada, a construir relaciones de fraternidad entre vecinos, paisanos, ciudadanos. Como decía Jerónimo Nadal en el siglo XVI, “nuestra casa es el Mundo y nuestra familia la Humanidad”. Nos duelen igual las injusticias en las periferias de nuestras ciudades españolas que en Bangladesh o Nicaragua. Si partimos de esta base, fomentar una relación especial con nuestros hermanos de América del Sur y de América Central nos parece una manera muy potente de construir un mundo más justo.

Por otra parte, más allá de nuestros errores, nos unen verdaderos lazos con esta parte de América: el idioma es el más evidente y reconocible, pero no olvidemos los lazos de sangre, los espirituales y los culturales. Este hermanamiento nos facilita enormemente las posibilidades de construir una relación multilateral fuerte que nos permita alzar la mirada, enriquecernos mutuamente y llegar a grandes acuerdos que hagan mejores y más justas las vidas de los ciudadanos que viven a ambos lados del Atlántico.

Para reparar lo que hicimos mal y los abusos cometidos Para nosotros, fortalecer Hispanoamérica significa construir una relación de iguales, de fraternidad, donde todos damos y todos recibimos en función de nuestras potencialidades y necesidades. Entendemos, por tanto, que es un momento excelente para ser conscientes y responsables de nuestro pasado y, a la vez, construir un presente y un futuro mejor, más justo.

Por todo ello, apostamos por una relación multidireccional que abarque mucho más que los intereses económicos. Propiciar un marco adecuado donde se generen relaciones comerciales justas que hagan prosperar a todos es algo que nos parece muy positivo, pero no es lo único. Somos mucho más ambiciosos, por lo que proponemos superar las Cumbres Iberoamericanas (cada vez con menos representación y relevancia) y construir un nuevo espacio con una nueva Alianza Iberoamericana. Un espacio de encuentro donde se reúnan representantes de las diferentes naciones, se dialogue y se llegue a acuerdos vinculantes, como, por ejemplo:

  • Facilitando las migraciones, garantizando el cumplimiento de los DDHH de cualquier ciudadano hispanoamericano que migra.
  • Potenciando la transmisión de la cultura en ambas direcciones y creando una nueva marca que exprese el concepto regenerado de Iberoamérica.
  • Aumentando las partidas presupuestarias de la cooperación internacional española en América.
  • Defendiendo a los pueblos indígenas, muchos de los cuales se encuentran en situación grave de pobreza, apartadas de los centros de poder y decisión.

En definitiva, desde el partido Por Un Mundo Más Justo pensamos que una verdadera Alianza Iberoamericana –sumando también a Portugal y Brasil- puede ser una herramienta muy valiosa para seguir estrechando lazos y generar relaciones fraternas entre un conjunto de países hermanados. Sin duda, será un paso más hacia la gobernanza mundial que garantizará una verdadera ciudadanía global, con un cumplimiento riguroso de los derechos humanos en cualquier parte del mundo.

Por Un Mundo Más Justo (M+J)