Por un mayor control de las especias exóticas invasoras.
Hoy, 3 de Marzo, Día Mundial de la Vida Silvestre, desde el Equipo de Ecología lanzamos este posicionamiento en torno a las especies exóticas invasoras. Y es que, se estima que la introducción de especies invasoras es el segundo motivo de pérdida de biodiversidad en el mundo, por eso, como formación comprometida con la conservación de nuestro medio y su sostenibilidad consideramos que se deben seguir los criterios científicos y el marco dictado por las administraciones (locales, estatales, europeas) para gestionar las poblaciones de especies exóticas invasoras que aparecen en los diferentes territorios. No podemos mirar a otro lado y retrasar la toma de decisiones y medidas necesarias.
Estos organismos tienen un gran impacto sobre el medio ambiente y las especies autóctonas al competir con ellas por los alimentos, por depredación, propagando enfermedades o perturbando las relaciones de la red trófica y el medio ambiente físico. Ejemplos paradigmáticos son el visón americano (Neovison vison) y cangrejo americano (Procambarus clarkii), que se introdujeron con fines comerciales en España y su amplia dispersión en la península ha afectado a las especies del visón europeo (Mustela lutreola), que ha perdido el 90% de su área de distribución, estimándose su población en menos de 500 individuos, y al cangrejo de río europeo (Austropotamobius pallipes) que igualmente ha visto mermada su distribución y población. También podríamos citar otros ejemplos como los del camalote o el jacinto de agua en el río Guadiana o la Mimosa y el Eucalipto en Galicia.
Las especies exóticas invasoras también producen pérdidas económicas de manera directa e indirecta. Por ejemplo, la avispa asiática (Vespa velutina) depreda sobre las abejas melíferas y otros polinizadores, generando pérdidas en el sector apícola y agrario, o el escarabajo picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus) con grandes consecuencias económicas sobre la producción de palmeras ornamentales, palmeras de dátiles y palmerales. Además, estos organismos alóctonos, suponen un riesgo sanitario para las especies y para la sociedad, como puede ser el mosquito tigre (Aedes albopictus), que cada vez se encuentra más presente en Europa y es un transmisor de al menos 22 enfermedades (dengue, fiebre de Chikunguña, virus del Río Ross, fiebre del Nilo occidental, etc.).
Así pues, conociendo que las especies exóticas invasoras pueden aparecer de manera natural o artificial, debemos trabajar en minimizar la alteración de hábitats y controlar las vías de introducción de las especies. También consideramos que, reforzar la legislación para prohibir las importaciones de especies exóticas y desincentivar las prácticas de tráfico de especies, puede ser una buena estrategia preventiva.
A su vez, es muy necesario un sistema que detecte la aparición de una población de especies invasoras y se pueda dar una respuesta rápida para evitar que se establezca. Así se podría actuar sobre poblaciones pequeñas y con menor área de distribución, optando siempre en el control por el método más ético y estético posible.
Creemos que es muy importante involucrar a la población en el mantenimiento de los sistemas naturales y para ello, proponemos el incremento de acciones de información, divulgación y sensibilización social respecto a la importancia de mantener el equilibrio en los ecosistemas. Así, la población será más consciente de los riesgos de las especies exóticas, favorecerá la toma de medidas preventivas y mitigadoras, su financiación adecuada y reducirá conductas como la adquisición de especies foráneas y su liberación en el medio natural.
Somos conscientes de que la ecología y la relación de las distintas especies es un proceso vivo y aún insuficientemente conocido en el que, la acción humana directa o indirecta tiene importantes consecuencias. Por ello, las decisiones, que deben encontrar el equilibrio con los aspectos económicos, sociales y éticos tienen que ir de la mano de estudios serios y específicos. El imprescindible respeto y comprensión a los valores e intereses de distintos colectivos no puede impedir o ralentizar en exceso las medidas necesarias para evitar males mayores. Como dice el refrán: más vale prevenir que curar.
Desde el partido Por Un Mundo Más Justo seguiremos trabajando en el impulso de políticas que ayuden a conservar nuestro medio natural desde una visión constructiva, didáctica y ambiciosa.
Equipo de Ecología de Por Un Mundo Más Justo
PARA LOS QUE QUERÁIS SABER MÁS:
Aclaraciones terminológicas básicas:
Se considera especie nativa o autóctona a aquella cuyo origen natural se corresponde con un territorio determinado. Si estas especies pertenecen a un lugar muy delimitado, son llamadas especies endémicas. A su vez, se considera una especie alóctona o exótica aquella que puede sobrevivir en un territorio fuera de su área de distribución natural tras haber sido introducida de manera natural o artificial. Si esta especie se establece en un ecosistema y actúa como agente de cambio, generando una amenaza para la biodiversidad nativa, hablamos de especie exótica invasora (EEI).
“El transporte de plantas, animales y microorganismos, de forma deliberada o accidental, a una zona fuera de su medio geográfico natural, puede causar serios daños a las especies autóctonas al competir con ellas por los alimentos, comiéndoselas, propagando enfermedades, ocasionando cambios genéticos mediante la reproducción intermedia con especies o poblaciones autóctonas y perturbando diversos aspectos de la red trófica y el medio ambiente físico.”
ONU (2010)
Si bien se conoce desde hace décadas el problema de las especies invasoras, cada vez aparece de forma más recurrente en los medios de comunicación, estableciéndose un debate creciente. Hasta ahora se había centrado más la atención y los esfuerzos en la recuperación de especies autóctonas en peligro, que en aquellas especies que las perjudicaban. El mayor conocimiento actual sobre las especies exóticas permite identificar tanto los impactos ambientales generados por ellas como estimar las pérdidas económicas y riesgos sanitarios en el entorno que pueden generar.
Ello no significa que sea fácil de tratar porque en ocasiones estas especies generan expectativas económicas, ya sea por su control o por los fines comerciales con los que se hayan introducido en el territorio. Por ello, pueden aparecer intereses encontrados y debates muy sesgados. También las cuestiones estéticas y morales influyen en la determinación de los medios aceptados para controlar este tipo de especies.
Las especies exóticas se pueden introducir en un ecosistema de manera artificial, ya sea accidental o conscientemente, mediante el comercio global y el tráfico de especies. Aunque el tráfico de especies se encuentra regulado por las administraciones, una gran parte sigue realizándose de forma ilegal. “La caza furtiva y el tráfico ilícitos de vida silvestre continúan frustrando los esfuerzos para su conservación, casi 7.000 especies de animales y plantas fueron denunciadas como parte del comercio ilegal en 120 países” (ONU, s.f.). Pero las especies exóticas también pueden aparecer en los ecosistemas de forma natural, a consecuencia del cambio climático o de la destrucción de hábitats. Estas dinámicas, que alteran la estructura, composición y funcionamiento de los ecosistemas, favorecen las invasiones biológicas de otras especies que encuentran condiciones favorables a su forma de vida y nichos ecológicos que ocupar. Como exponen Capdevila y otros (2011), debido al cambio climático, las especies pueden volverse capaces de sobrevivir y colonizar zonas donde actualmente no pueden sobrevivir debido a las limitaciones impuestas por el clima. Al introducirse en hábitats para los que no están adaptadas, pueden desplazar a las especies nativas e incluso hibridar con ellas.
A parte de los daños medioambientales, las especies exóticas invasoras generan pérdidas económicas de manera directa e indirecta, que van a depender del impacto de cada especie. Se estima que desde 1970, cada año se han perdido unos 27.000 millones de dólares hasta llegar a perder en 2017 unos 162.000 millones de dólares. Los autores de estos datos, Diagne et al (2021), consideran que, “el daño causado aún no se entiende bien ni por el público ni por los legisladores” por lo que no se trabaja para revertir la situación. Entre los costes por daños se considera el impacto sobre las pérdidas de producción en cultivos, los deterioros a infraestructuras o la alteración de los suelos. Pero también se consideran los gastos de gestión sobre recursos económicos destinados a acciones para evitar la invasión como prevención, control, investigación, gestión a largo plazo o erradicación.
Finalmente, respecto a la amenaza sanitaria, las especies exóticas pueden traer asociados microorganismos patógenos y transmitirlos, tanto de forma directa como indirecta, a las especies autóctonas o a los seres humanos. La ONU también ha alertado que la pérdida de la biodiversidad está relacionada con el aumento de los casos de zoonosis (enfermedades que se transmiten entre los animales vertebrados y el hombre), tanto como que el 70% de las infecciones emergentes en los últimos años han sido casos de zoonosis. La COVID-19 mismamente se baraja como un ejemplo de zoonosis y de cómo, el deterioro del medio natural y el tráfico y la pérdida de especies hace aumentar la posibilidad de que patógenos controlados por los ecosistemas lleguen al ser humano (FAO, 2018).
En España son el Ministerio para la Transición Ecológica y El Reto Demográfico junto con las diferentes comunidades y ciudades autónomas en el marco del Comité de Flora y Fauna Silvestres de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad quienes elaboran las estrategias nacionales de gestión, control y posible erradicación. Además, España cuenta con el listado de especies alóctonas susceptibles de competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos y el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Los países miembros de la Unión Europea están obligados a elaborar planes de acción para abordar las vías por las que se introducen especies exóticas que estén incluidas en la lista de especies exóticas preocupantes para la Unión Europea y para sus regiones ultraperiféricas.
BIBLIOGRAFÍA
FAO. – Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2018) La biodiversidad, ¿Estamos al borde de la sexta extinción? En E. Yeves y P. Javaloyes (Coords), El estado del planeta (vol. 3).