
Solidaridad con las mujeres víctimas del terremoto de Afganistán
El reciente terremoto en Afganistán, que ha dejado miles de víctimas, ha puesto de manifiesto una doble tragedia: la causada por la naturaleza (contra la que poco o nada podemos hacer), y la provocada por la injusticia derivada de la sociedad patriarcal (contra la que sí podemos y debemos hacer).
Numerosos testimonios relatan que mujeres heridas o atrapadas no fueron rescatadas porque las normas impuestas por el régimen talibán prohíben a hombres tocar a mujeres que no sean familiares directos.
Esta crueldad institucionalizada es una condena añadida contra ellas.
Desde Por un Mundo Más Justo defendemos que ninguna norma ni interpretación religiosa o cultural puede estar por encima del derecho a la vida y la dignidad de las personas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos nos recuerda que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Cuando se niega un rescate por el mero hecho de ser mujer, no solo se comete una injusticia, sino que se perpetúa una violencia estructural contra las mujeres, convirtiéndolas, una vez más, en doblemente víctimas.
Denunciamos:
- Que las mujeres sean tratadas como ciudadanas de segunda incluso en la emergencia, siendo relegadas al abandono.
- Que el patriarcado, camuflado en justificación religiosa, prive a las mujeres del derecho básico a ser atendidas, rescatadas y cuidadas.
- Que la prohibición a las mujeres de estudiar y ejercer como profesionales sanitarias y rescatistas agrave la desprotección de la mitad de la población.
Lo que proponemos desde M+J es:
- Exigir a la comunidad internacional que presione al régimen talibán para que se levanten inmediatamente las restricciones al trabajo de las mujeres en emergencias y en sanidad, tal como lo ha solicitado la OMS.
- Acompañar con solidaridad activa a las organizaciones feministas y de derechos humanos que trabajan en Afganistán, visibilizando su lucha.
- Denunciar la instrumentalización de la religión para mantener privilegios patriarcales. La fe o práctica religiosa no pueden ser excusas para negar la vida.
- Reforzar un feminismo global y fraterno.
Nuestra voz desde la empatía, la denuncia y la acción quiere romper los muros de la indiferencia. Como partido, declaramos que la justicia social no es posible sin justicia feminista. No aceptamos un mundo donde, por ser mujer, tu vida valga menos en un desastre natural. La humanidad compartida y la fraternidad global —valores que guían a Por un Mundo Más Justo— nos obligan a gritar con fuerza:
¡Rescatar a las mujeres es un deber humano y un derecho inalienable!
¡El feminismo es esperanza frente al abandono y la opresión!
Equipo de Mujer de M+J
















