Erradicar la pobreza, ¿la historia de nunca acabar?
Hoy, 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, se han multiplicado los actos en muchos lugares de nuestra geografía. Un sinfín de propuestas, actividades, concentraciones, lecturas de manifiestos, acciones de sensibilización y reivindicativas. Una gran parte de nuestros/as afiliados/as y simpatizantes también han participado en ellas.
Sin embargo, termina el día y poco ha cambiado. Casi 700 millones de personas – el 8,5% de la población mundial- viven hoy con menos de 2,15 dólares al día -en torno a 60€ mensuales- y, por tanto, en situación de pobreza extrema. Es decir, posiblemente se vayan a dormir pasando hambre.
Y no hay que irse muy lejos para encontrarnos con alguien que vive bajo la cruz de la pobreza no deseada y la exclusión. Según un informe de EAPN así sobreviven 12,7 millones de personas en España.
Son todos datos que se repiten en cada Autonomía y población. Datos tras los que se esconden rostros con nombres y apellidos.
En Por Un Mundo Más Justo nacimos con la vocación clara de luchar contra esa lacra. “El final de la pobreza es una decisión política” ha sido un lema que nos ha acompañado en estos más de 20 años de existencia como formación política. A la misma le añadimos “Y cambiar la política es una decisión personal”.
Porque necesitamos ciudadanas y ciudadanos que se empeñen en revertir esta situación que hace sufrir injustamente a tantas personas, vecinas y hermanas nuestras. Porque necesitamos no quedarnos “a verlas venir” y que se convierta en el “cuento de nunca acabar”.
Hoy, volvemos a pedir a las administraciones públicas, a los gobernantes, a todas las organizaciones y entidades de la sociedad civil, a los hombres y mujeres de buena voluntad, que contribuyan con sus decisiones, sus denuncias, su participación, sus propuestas o su solidaridad a acabar con la desigualdad, el hambre, la falta de acceso a derechos básicos, la discriminación en razón de origen, cultura, sexo o religión…
Sabemos que está en nuestra mano conseguirlo. Se ha demostrado que, los esfuerzos conjuntos y bien diseñados, logran hacer descender la cifras de la pobreza. Pero, como siempre, el factor clave es la voluntad.
Voluntad para una mejor redistribución de la riqueza.
Voluntad para hacer políticas activas de empleo.
Voluntad para crear vías seguras para procesos migratorios.
Voluntad para hacer accesible la vivienda a todas las personas.
Voluntad para que todos los hogares puedan tener seguridad alimentaria y suficiencia energética.
Voluntad para que ningún menor crezca sin sentirse querido, en un entorno seguro y con oportunidad para educarse y formarse.
Voluntad para acabar con la violencia y la guerra que produce miseria, destrucción y miedo.
En M+J seguiremos poniendo la nuestra para hacer de ello una prioridad y, desde la revolución del encuentro que propugnamos, y que busca que nadie se quede atrás, conseguir un mundo de prosperidad compartida y fraternidad universal.
Contamos contigo para ello.
Partido Por Un Mundo Más Justo (M+J)