Mar Menor contaminado: Ecocidio que a todos nos debe importar.
Los murcianos tenemos un gran reto: La defensa del Mar Menor.
El mar de nuestros ancestros, de nuestra infancia, de nuestros veraneos, donde tanto hemos disfrutado desde niños y con nuestros hijos y nietos. Pero ahora se nos muere.
Era algo que se veía venir porque hace años que grupos de científicos y ecologistas lo han ido avisando: no se puede seguir contaminando sin control alguno y para beneficio de una economía inhumana y agresiva contra nuestro ecosistema.
Todo ello es responsabilidad del gobierno regional, pero también de la ciudadanía en general. Hemos tomado conciencia tarde de lo que estaba pasando y nos ha faltado sensibilidad y más proactividad.
Una agricultura tradicionalmente de secano – la del campo de Cartagena- ha sido convertida en una agricultura explotada por grandes empresas que, aprovechando el trasvase Tajo-Segura, han pasado a ser de regadío y que, a pocos metros de la costa, vierten ininterrumpidamente fertilizantes, fosfatos y nitratos tóxicos para nuestro Mar Menor.
También a él van a parar lo que sale de los alcantarillados mal canalizados, y residuos de metales pesados procedentes de un pueblo cercano donde se extraía carbón utilizando productos químicos muy fuertes.
Así mismo, la ganadería intensiva contribuye a la destrucción del Mar sin lugar a dudas. Murcia es la cuarta provincia de España con mayor producción porcina. De todos ellos más de un tercio se concentran en la comarca contigua, lo que se traduce en, al menos, más de 5 millones de metros cúbicos de purines al año con su consecuente concentración superlativa de nitrógeno que, de una forma u otra –más o menos directamente-, acaban afectando al humedal.
De igual modo, el desarrollismo urbanístico como consecuencia de la especulación sin una planificación racional y respetando el medio ambiente, ha supuesto vertidos contaminantes y sobreexplotación.
Y, finalmente, las grandes inundaciones de septiembre del 2019 terminaron por agravar el delicado estado de la laguna, pues arrastró todo lo que se cruzaba en su camino desembocando en el Mar Menor. Inundaciones que, por otra parte, se producen por la invasión de urbanizaciones en pleno cauce y ramblas, impidiendo el paso natural de las aguas.
En ese contexto, en octubre de 2019 se celebró una gran manifestación en Cartagena y otra igualmente multitudinaria en Murcia. Fueron convocadas por plataformas ciudadanas que reúnen a asociaciones vecinales, organizaciones ecologistas, colectivos profesionales, fundaciones culturales, etc., todas ellas hartas de la indiferencia, pasividad y complicidad de los organismos públicos. Anunciaron el comienzo de una campaña ininterrumpida de sensibilización reivindicando medidas para recuperar y proteger este ecosistema y denunciando el “ecocidio” del Mar Menor. En noviembre de 2020, con el liderazgo del colectivo “Por Un Mar Menor Vivo” y el asesoramiento de Teresa Vicente, abogada y profesora de la Universidad de Murcia, se inició la recogida de firmas para la ILP.
Debemos exigir a nuestros políticos y gobernantes medidas drásticas de vigilancia y control, generando leyes que hagan realidad un auténtico apoyo a nuestro ecosistema. El Mar Menor se ha convertido en el símbolo de la degradación y destrucción de la mayor laguna salada de nuestro país- un ecocidio, como hemos dicho-. Los ciudadanos murcianos y todos los españoles tenemos un gran reto, el de luchar por la defensa de lo que debería ser patrimonio de la humanidad.
En esa dirección, nuestro Partido Por Un Mundo Más Justo defiende la necesidad de velar por una economía más sostenible, la defensa del medio ambiente, la protección de los trabajadores locales y el comercio minoritario. Sabemos, que trabajando juntos, con decisión y con esperanza, conseguiremos, transformar lo que está pasando en pro de un Mar Menor “vivo”.
Rita Frutos Alcántara, afiliada en Murcia del Partido Por Un Mundo Más Justo