Posicionamiento ante la reforma laboral aprobada por el gobierno.
Desde el Equipo de Empleo/Trabajo de Por Un Mundo Más Justo, celebramos por encima de todo que la ley para la reforma del mercado laboral -que acaba de ser publicada (ayer, 30 de diciembre de 2020) en el BOE- se haya realizado con el acuerdo de gobierno y los agentes sociales, CCOO, UGT, CEOE Y CEPYME. Creemos que ese es el espíritu que debería presidir otras muchas reformas en nuestro país.
Consideramos que, en líneas generales, las medidas propuestas por el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, conjuntamente con las que se han ido aprobando desde 2020 en materia laboral, son necesarias y positivas para tener un mercado laboral más estable, si bien necesitarán ser respaldadas con medidas facilitadoras para que no se queden en mera declaración de intenciones.
Además, estamos de acuerdo con la legislación aprobada por el Gobierno hasta la fecha en materia laboral, como es la normativa de trabajo a distancia, de igualdad retributiva entre hombres y mujeres, de trabajo en el ámbito de plataformas digitales, el incremento del SMI, o la norma que derogaba el despido objetivo por absentismo laboral justificado, pero las consideramos insuficientes para crear un mercado más justo y digno y para acabar con los graves problemas de nuestro mercado laboral, con tasas de desempleo por encima de la media de la Unión Europea y dónde es conocida la existencia de irregularidades laborales de personas extranjeras o inmigrantes, la nueva explotación moderna del S. XXI.
Según todo lo dicho hasta ahora, nos ,surgen algunas dudas o incertidumbres, entre las que destacamos las siguientes:
1.- Que el contrato ordinario sea el contrato indefinido es un gran avance, en contraposición con el abuso en la temporalidad de los contratos. Sin embargo, esto puede provocar que el empresariado se piense “dos veces” el contratar a una persona. Por tanto, sería importante y necesario el respaldo económico y estructural a las empresas que lo requieran, que garantice la efectividad de este tipo de contratos;
2.- Por otra parte, se habla de promover la formación y recualificación de los y las trabajadoras, en sectores como la construcción, que favorezca los contratos fijos-discontinuos e indefinidos. En este sentido, vemos absolutamente necesario que, en todos los sectores profesionales, se promueva la formación y el aprendizaje permanente que favorezca y se adapte a las necesidades reales del Mercado, haciendo frente al desajuste existente actualmente entre la oferta laboral y la capacitación de las personas desempleadas;
3.- Que en la negociación colectiva que impulsa esta ley, se favorezca la igualdad de oportunidades para todas las personas con condiciones justas y de calidad, dando prioridad a colectivos vulnerables como migrantes, personas sin hogar, personas en riesgo de exclusión, familias monomarentales y monoparentales, personas con discapacidad;
4.- Que haya un apoyo real y efectivo a la digitalización que el mundo actual requiere, facilitando recursos a las personas que no tienen fácil acceso a ello, de modo particular a nuestros mayores, muchos de los cuales sufren intensamente lo que se ha dado en llamar la “brecha digital”;
5.- Que, en este proceso de transformación, exista una apuesta real y facilitadora por la conciliación familiar y vida profesional;
6.- Que se dé un apoyo económico estable a nuevos emprendedores y emprendedoras;
7- Nos preocupa, de forma particular, cómo algunos sectores laborales se irán adaptando a la reforma, tales como el tercer sector, y otras empresas como las que se dedican a la construcción o al sector agrario, por eso pedimos especialmente facilitar la adaptación de los mismos. También será necesaria esa especial vigilancia para que no se multipliquen los despidos por “causas objetivas”, enmascarando de esta forma los desaparecidos contratos “por obras y/o servicios” en contratos indefinidos.
Amén de todo lo anterior, también queríamos hacer una llamada a la reflexión sobre el camino andado hacia esta reforma. Y es que, los partidos hoy gobernantes prometieron con fuerza la derogación total de la reforma hecha por el gobierno anterior de signo político contrario. Y finalmente no ha sido así. No seremos nosotros quienes defendamos aquella reforma pero sí que vemos importante, una vez más, denunciar la mala praxis política de “prometer y no cumplir” o de «demonizar al contrario» por principio. El espíritu del diálogo, de la crítica constructiva, de la búsqueda del bien común… debe prevalecer sobre cualquier otra estrategia electoralista o partidista.
Todos sabemos que vivimos momentos muy complejos tanto a nivel nacional como mundial. Y no sólo por la coyuntura actual de la pandemia sino por la crisis multifactorial que viene padeciendo nuestra sociedad desde hace tiempo. En ese contexto, todo lo referente al ámbito laboral se está resintiendo de modo particular. Y, como suele ser costumbre en nuestra historia, golpea de modo particular a los sectores más vulnerables y frágiles.
En M+J creemos que con voluntad y sumando esfuerzos se pueden revertir esas tendencias. Nosotros, al menos, hacemos una prioridad de todo ello en nuestras políticas.
Vemos cada reforma que impulse este o cualquier otro gobierno como una oportunidad de fortalecer los derechos -en este caso de los trabajadores- y apostar por el bien común. Una vez más hemos de recordar que de esta crisis -la del trabajo- también salimos todos juntos… o no saldremos.
En Por Un Mundo Más Justo arrimaremos el hombro para que sea siempre lo primero.
Contamos contigo para hacerlo posible.
Equipo de Empleo/Trabajo de M+J