UN MES DESPUÉS: ANTE LAS INUNDACIONES OCURRIDAS POR LA DANA

El pasado día 29 de octubre se registraron lluvias inusualmente altas en el este peninsular a causa de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que no solo ha dejado un rastro de destrucción material y, lo que es más doloroso, pérdidas humanas, sino que también ha puesto en evidencia la creciente vulnerabilidad de nuestras comunidades frente a los fenómenos climáticos extremos.

Lamentamos profundamente las vidas truncadas, tanto de las víctimas mortales como las de sus familiares. Las inundaciones, los deslizamientos de tierra y la devastación generada, han afectado a un gran número de poblaciones, provocando un panorama desolador en toda la estructura social y a todos los niveles económicos y culturales

Los agricultores han visto destruidas sus cosechas, los empresarios han perdido sus medios de vida, y muchas familias se han quedado sin hogares o bienes esenciales. Estas pérdidas no son sólo materiales; también generan traumas emocionales y refuerzan las desigualdades preexistentes.

Ante un desastre de tal magnitud, los mecanismos de reacción no se han activado con suficiente rapidez, lo que ha generado un intenso malestar en la ciudadanía, pero también una respuesta abrumadora de voluntarios llegados desde todos los rincones, que han apoyado a los afectados dando un gran ejemplo de solidaridad. 

En este contexto, desde Por Un Mundo Más Justo, estamos haciendo un estudio profundo, riguroso y detallado, de las causas de lo sucedido, así como de las propuestas que tendrían que implementarse para evitar situaciones parecidas en el futuro.

No obstante, antes de publicar dicho trabajo, y dada la fecha de hoy, queremos apuntar algunas líneas que nos parecen fundamentales.

Así, desde M+J:

  1. Apoyamos la propuesta de la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP), ante la «necesidad imperiosa» de sacar adelante una Ley Marco de Coordinación para actuar ante emergencias de este tipo. La CUBP lleva 10 años exigiendo esta Ley que ya había recibido enmiendas de todos los grupos parlamentarios. Exigimos al Gobierno aprobar esta ley vía Real Decreto y que no tenga que ser la CUBP la que convoque a la ciudadanía a manifestarse este 30 de noviembre en Madrid ni tenga que llegar a promover una Iniciativa Legislativa Popular como ya han advertido que harán. Como ellos mismos explican, hay 22.000 bomberos y bomberas profesionales en España con la formación y equipos que eran necesarios para hacer frente a la DANA y ni se les activó, ni se les coordinó debidamente. Fue todo tan caótico que muchos acudieron a la emergencia por su cuenta y riesgo sin una activación formal y los servicios que sí acudieron, lo hicieron a través de relaciones personales o comunicaciones directas con concejales de municipios afectados.
  2. Apreciando la labor que realiza el Ejército, rechazamos el nombramiento de militares para la gestión política si se realiza con el fin de que los cargos políticos se distancien de asumir su responsabilidad política. No es admisible que el teniente general Francisco Gan Pampols, recientemente nombrado Vicepresidente de Valencia encargado de la reconstrucción declare que «No aceptaré injerencias, Mazón me dio libertad». Proponemos que en los equipos de gobierno haya especialistas en emergencias para gestionar emergencias, en obra civil para gestionar reconstrucción, independientemente de si son militares, del cuerpo de ingeniería, policías o bomberos/as.
  3. Abogamos por políticas de protección social robustas, que garanticen el apoyo inmediato y eficaz a las personas damnificadas. Esto incluye fondos de emergencia, programas de reconstrucción de viviendas accesibles y la promoción de seguros públicos frente a desastres naturales;
  4. Pedimos que, cualquier estrategia para enfrentar los efectos de fenómenos como la DANA, debe incluir a la ciudadanía como parte activa del cambio, impulsando y motivando a la gente a implicarse en la política desde un punto de vista siempre constructivo;
  5. Apoyamos el desarrollo de un Pacto de Estado sobre adaptación al cambio climático, que impulse medidas en el medio y largo plazo, que permitan salvar vidas y reducir costes futuros. Los partidos, las distintas administraciones, la sociedad civil, debemos superar nuestras diferencias para enfrentarnos a los nuevos escenarios del clima, donde los fenómenos extremos cada vez serán más frecuentes e intensos;
  6. Vemos también fundamental promover una educación ambiental integral, que permita a las personas entender las causas del cambio climático y cómo actuar para mitigarlo.

Ahora, más que nunca, es un reto luchar contra el descrédito de la política, fomentar el diálogo y motivar a la ciudadanía a comprometerse con el cambio. Es importante restaurar la confianza en las instituciones y promover una política al servicio del bien común que, a la fuerza, ha de pasar por personas y cargos públicos competentes, algo que ha quedado muy entredicho en gran parte y en todos niveles de gobernanza (local, autonómico y estatal) tras lo sucedido.

Las tragedias como la DANA nos recuerdan que estamos ante un desafío histórico. Pero también nos brinda la oportunidad de construir una sociedad más justa, solidaria y resiliente.

Partido Por Un Mundo Más Justo (M+J)