Trata de personas

Al hablar de la trata de seres humanos posiblemente nos situemos ante uno de los crímenes más denigrantes de nuestra sociedad. Es sin duda, la esclavitud instalada en nuestro tiempo y, lamentablemente, una realidad en Europa y en nuestro país.

Hoy, en el mundo, esta terrible forma de esclavitud se está realizando con diferentes fines:

  1. Explotación sexual: Niñas y jóvenes captadas, trasladadas, encerradas y aisladas donde serán sometidas a continuas violaciones y agresiones – consiguiendo así su silencio- antes de ponerlas en uso de sus numerosos clientes. Otro de los riesgos es padecer alguna infección de transmisión sexual como el SIDA u otro tipo de enfermedades como la tuberculosis.
  2. Explotación laboral: mujeres y hombres trabajando a destajo en la recogida de frutas y verduras, especialmente en el sur de España.
  3. Tráfico de órganos: Menores que aparecen asesinados y sin algún órgano (hígado, riñones, ojos…)
  4. Matrimonio infantil: niñas menores de edad emparejadas sin su consentimiento con hombres mayores del mismo o de otro país. En ocasiones este matrimonio suele ser una explotación sexual y laboral.
  5. Mendicidad forzosa: con un riesgo especial las personas con alguna discapacidad, para pedir por la calle controlado por las mafias.

La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) estima que hay, como mínimo, 2,5 millones de víctimas de trata de personas y, según la misma fuente, aproximadamente el 79% del total de la trata de personas tiene el propósito de explotación sexual.

Detrás de todo esto está el crimen organizado. La prostitución y la trata de personas es el tercer negocio más lucrativo del mundo. Para estas organizaciones criminales es su tercera fuente de ingresos más importante  -después de las armas y el narcotráfico-, de donde se deduce su enorme poder y la capacidad para atenazar fuerzas públicas y gubernamentales.

Evidentemente nos encontramos ante una negación total de los Derechos Humanos, de modo especial para los niños, niñas y mujeres. Los lugares de captación suelen ser  sectores de la población más deprimidos o en países del sur (en vías de desarrollo). También las personas en situación de apátridas (4.200.000 según ACNUR) son uno de los tristes focos de “abastecimiento”, donde acuden las mafias para hacerse con su “mercancía” ante el absoluto desamparo de mujeres, hombres y niños.

Por otra parte, los factores estructurales que se encuentran en la base de la trata son la pobreza, las migraciones y el racismo, y en el caso de la trata para la explotación sexual y la prostitución, también la feminización de la pobreza. Esto, unido a una desigualdad estructural mundial y por lo tanto, la falta de oportunidades y de recursos y las responsabilidades familiares, propician que muchísimas personas -especialmente, mujeres y niñas en desventaja económica y sociocultural- corran más riesgo de ser captadas.

Cabe preguntarnos, entonces, qué está haciendo nuestra sociedad ante este crimen atroz. A juzgar por los datos es obvio que no se están tomando medidas adecuadas para atajar y prevenir la trata de seres humanos, contrastando esta falta de eficacia de los poderes públicos con la que debería ser una de sus primeras misiones: la de ser escudo protector de las personas más excluidas y vulnerables.

Las medidas que principalmente se están tomando están relacionadas con el control migratorio, cuando los estudios demuestran que este endurecimiento del control en las fronteras no hace sino aumentar la acción de las redes criminales organizadas.

El Partido Por Un Mundo Más Justo no quiere permanecer ajeno e impasible a este drama. Por ello vemos necesario y urgente la puesta en práctica de leyes que apelen a los derechos y las obligaciones – que han de ir en la mano- que la sociedad tiene en este ámbito.

Tenemos la convicción de que estamos ante un problema a escala global, como tantos otros, por lo que las soluciones también deben tener esta perspectiva. Por eso, además de mejorar la situación de las víctimas que sufren este delito en nuestro país, nos proponemos trabajar en los siguientes objetivos:

  • Potenciar la existencia de organismos mundiales de desmantelamiento de los negocios de trata de personas, tráfico de órganos, prostitución, así como la de cuerpos de Policías Judiciales expertos en esta materia
  • Creación de una Ley integral contra la trata que, entre otras cosas apueste por la prevención y la detección y ayude en el diagnóstico, el tratamiento y las respuestas eficaces ante el fenómeno de la trata.
  • Mejorar la coordinación y cooperación entre instituciones y la sociedad civil para el tratamiento de la trata
  • La protección de modo particular de los colectivos más expuestos a estas prácticas como los territorios marginales, las mujeres en riesgo de exclusión y la infancia.

Cierto que a veces nos preguntamos hasta dónde puede llegar la insensibilidad del ser humano, que se agrava a consecuencia de la desigualdad estructural mundial y las situaciones de pobreza extrema y violencia en las que se encuentran muchas personas en el mundo –circunstancias todas que dan alas a este crimen-. Pero, por encima de ello, en nuestro Partido confiamos en la capacidad de la sociedad para hacer frente a este tipo de situaciones que violan los derechos humanos, y defender así la vida íntegra de todas las personas, y de modo particular de las más vulnerables.

Y deseamos contar contigo para ello.

Grupo de Trata del Partido Por Un Mundo Más Justo M+J