Jornada Mundial por el Trabajo Decente: crear empleos justos

Cada 7 de octubre se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Promovida por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante esta jornada los sindicatos de todo el mundo llevan a cabo movilizaciones para promover el trabajo decente, empleos seguros y sin riesgos, así como salarios decentes.

Que tenga que existir una Jornada para reivindicar un trabajo decente implica, cuanto menos, que el mundo del trabajo y las relaciones laborales está herido.

Pero, ¿qué significa un trabajo decente?

Según la OIT, un trabajo decente es aquel que genera un ingreso justo, ofrece seguridad al trabajador en el lugar de trabajo, asegura la protección social de las familias, posibilita que las personas puedan expresar libremente sus opiniones, garantiza la igualdad de trato entre hombres y mujeres y la igualdad de oportunidades para ambos géneros.

El trabajo debería asegurar suficiente y universalmente la cobertura de las necesidades básicas de las personas: llegar a fin de mes, acceder a una vivienda, conciliar la vida familiar y laboral, trabajar con seguridad y garantizar la salud laboral. Sin embargo, en el mundo, 780 millones de hombres y mujeres con trabajo no ganan lo suficiente para superar ellos y sus familias el umbral de la pobreza de 2 dólares al día, y muchas otras familias con empleo apenas llegan a fin de mes.

Pero además, más allá de lo material, el trabajo es un derecho y una necesidad humana, un medio para el desarrollo, crecimiento y realización de la persona, algo que el modelo económico actual, basado únicamente en el beneficio, está lejos de contemplar. A menudo es origen de deterioro psicológico o se vive con miedo debido a la inestabilidad que comportan determinadas relaciones laborales. En cambio, el trabajo decente debería poner en el centro a la persona trabajadora y ser fuente de dignidad personal, estabilidad familiar y paz social.

Por otro lado, el trabajo es un elemento fundamental para alcanzar una sociedad global justa, reducir la pobreza y obtener un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible. De hecho, constituye uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, concretamente el nº 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico. Según la CSI, es necesaria la creación de 575 millones de puestos de trabajo y la formalización de al menos la mitad del empleo informal para cumplir este objetivo de los ODS.

Durante la pandemia, sin embargo, se han perdido más de 200 millones de empleos en todo el mundo y se ha puesto al descubierto la normalización de la precariedad en el empleo y un modelo de relaciones laborales que está lejos de asegurar el trabajo decente y la dignidad de las personas trabajadoras. Además, a día de hoy se estima que en torno a 40 millones de personas están sometidas a trabajos forzosos, algo que afecta sobre todo a mujeres y niñas.

Por todo ello, en el M+J creemos que es urgente poner el foco en el Trabajo Decente y en la creación de empleos más justos. Para lograrlo, hacemos las siguientes propuestas:

  • Que el Estado ponga todas las herramientas y medios humanos necesarios para asegurar el cumplimiento de la normativa sobre las condiciones de trabajo y prevención de riesgos laborales. Haciendo especial hincapié en las condiciones infrahumanas en las que siguen viviendo muchas personas trabajadoras temporeras en asentamientos de zonas hortofrutícolas.
  • Asegurar un empleo de calidad en los sectores privado y público, favoreciendo la formalización de los empleos informales, invirtiendo en la creación de empleo para los sectores sociales desfavorecidos y detectando el fraude en la contratación parcial que encubra una jornada completa.
  • Favorecer el reparto del trabajo disponible mediante medidas como la reducción de la jornada laboral, el apoyo salarial a los trabajadores empleados a tiempo parcial, etc.
  • Establecer medidas de orientación y formación laboral para personas tanto desempleadas como empleadas, prestando especial atención a aquellas que sufren subempleo y precariedad laboral.
  • Ofrecer mejores herramientas fiscales y administrativas al trabajo autónomo, para el ejercicio de sus profesiones en condiciones óptimas y en equidad de derechos con el resto y sin las inmensas incertidumbres en las que normalmente suelen desarrollar sus negocios.
  • Seguir corrigiendo y aumentando los salarios mínimos para que se ajusten a las necesidades vitales de la sociedad actual.
  • Modificar el Reglamento de Extranjería para evitar la caída en situación de irregularidad sobrevenida de las personas migrantes, facilitándoles así el acceso a empleos dignos y a contribuir al desarrollo de nuestra sociedad.

Si queremos una sociedad más justa, donde todos los seres humanos tengan la oportunidad de contribuir dignamente al desarrollo propio, de los suyos y de la sociedad en general, es ineludible poner en primera línea de nuestras agendas personales y políticas el compromiso por hacer realidad un trabajo decente para todas las personas.

Partido Por Un Mundo Más Justo (M+J)

Grupo de Empleo/Trabajo